Presidenta y Fundadora de la Fundación Suma Esperanza, que surge de la necesidad de informar y educar a los alumnos desde sus establecimientos educacionales del país sobre la donación de órganos, con el fin de fomentar la comunicación dentro del núcleo familiar sobre esta temática y desarrollar valores como la solidaridad, el bien común y la capacidad de tomar decisiones responsables e informadas. Esta idea de proyecto se originó porque conocí a una compañera cuando cursaba mi enseñanza media en el Liceo Tajamar de providencia, fue prioridad nacional y salió en todos los medios de comunicación, lamentablemente nunca llegó su donante y falleció con con 15 años. Desde ese momento, me di cuenta que había un problema de educación en esta temática tan importante y es por ello que una vez que me titulé comencé con esta Fundación.